lunes, 31 de agosto de 2015

FERTILIDAD NATURAL - REIKI FÉRTIL





Hace ya más de cinco años que me inicié en el Reiki, una puerta que abrí en búsqueda de mi hijo. 



No puedo decir que gracias al Reiki, logré quedarme embarazada, pero tampoco puedo decir lo contrario. Sólo puedo decir  que la práctica de esta técnica para mí, supuso y hoy en día supone una diferencia en mi estado de conciencia. 



Para los que no sabéis nada sobre el Reiki, os diré que como en todo, hay acérrimos seguidores y grandes detractores. Pero creo que como todo, el Reiki hay que verlo desde la mesura, no es ni lo más maravilloso, ni lo peor, simplemente y esta es exclusivamente mi opinión personal, es una técnica que facilita la concentración y la intención de nuestro pensamiento y nuestra alma (si crees en su existencia) para que nuestra mente y espíritu se centre en lo que quiere o necesita para sanar.



El Reiki se describe como una técnica energética de sanación  mediante la imposición de manos, no entraré en pormenores de si para su desarrollo se utiliza la energía universal, la energía del amor, simplemente me limito a describir de la forma más objetiva que puedo lo que es para mí el Reiki. La sanación mediante la utilización de las manos se ha realizado desde siempre en todas las culturas y en todos los tiempos, pero cada cual que la ejercía, lo hacía a su estilo, forma y manera. Creo que el Reiki crea una estandarización, que no se por que motivo facilita que los practicantes puedan acceder a un estado alterado de conciencia que les propicia la concentración y por tanto que su intención, su pensamiento, su energía (no olvidemos que los pensamientos que se generan en el cerebro funcionan mediante impulsos eléctricos, energía), se focalice hacia la sanación de sujetos e incluso situaciones, que es el propósito último de su práctica. 



No quiero profundizar más en lo que es el Reiki, sólo quiero transmitir mi experiencia de cómo lo utilicé en mi camino hacia la maternidad. 



Ante mi desesperación por mi imposibilidad de quedarme embaraza y en mi búsqueda de ayuda, alguien me hablo del Reiki y allí que me embarque, donde había una posibilidad allí iba yo. Esta vez hasta mi marido y mi madre iniciaron la andadura conmigo en la práctica del Reiki. Pues bien comencé a formarme en esta técnica y aplicarla en mí, imponiéndome las manos todos los días concentrada en mi petición existencial ser madre, durante prácticamente dos años seguí ahondando en esta técnica y otras muchas de las llamadas terapias alternativas, ya que la medicina convencional en mi caso, había fracasado. Algunas veces recibía también Reiki de mi marido y viceversa, pero prácticamente durante dos años, puedo decir que practiqué Reiki casi a diario pidiendo la venida de mi pequeño. 



El resultado de esta práctica, para mí, combinada con otras terapias naturales, fue que poco a poco mi cuerpo y mi mente cada vez se encontraban más en paz, más relajados, que paulatinamente me sentía  más segura de mi misma, me dejaba llevar más, dejando atrás la rigidez y el rencor y  que me abrió una puerta a otros caminos que combinados fueron la culminación de una nueva vida.



Empecé a ser consciente de mi cuerpo, a soltar la tristeza, a dejar atrás cargas emocionales adquiridas a lo largo de mi vida, a aceptar, a pedir ayuda, a saber recibir y estar en paz. 



Esta es mi experiencia, puede ser que este método sea válido para ti o no, ello dependerá en gran medida de tus creencias, ya que como siempre, si crees en ello es posible. Sólo pedirte que si te decides por esta posibilidad, elijas bien el terapeuta o escuela con quien vas a trabajar decántate por la normalidad y escucha tu corazón.

  Diana Nieto Blázquez © Copyright


Para más información sobre el tema, puedes consultar el siguiente enlace. FERTILIDAD CONSCIENTE

domingo, 9 de agosto de 2015

BUSCANDO MI ESTRELLA FUGAZ


Hay noches que disfruto del privilegio de tumbarme a observar las estrellas,  me fijo  en un punto de luz del inmenso firmamento, e intento ver si hay algún cambio en esa luz, intento ver si se mueve, pienso, quizás si se mueve tendré mi prueba de otras vidas, quizás si se mueve lograré ver  un meteorito,...



Durante unos minutos sigo observando fijamente ese punto de luz,  pero no veo cambio y miro hacia otro punto, y otro, escudriñando fijamente el cielo durante un tiempo, es entonces cuando me doy cuenta como muchos otros antes, que solo soy un punto, que lo que yo considero mi mundo, mi vida, mis alegrías y mis tristezas,  son sólo un instante, un pequeño pulso en el tiempo y en el espacio, insignificante, pero imprescindible para que el universo sea como es. 



Esa es la verdadera dualidad "onda-corpúsculo", al mismo tiempo materia y energía, al mismo tiempo un ínfimo punto en la inmensidad, que por sus acciones trasmitidas como ondas, determina que el mundo sea así ahora. Porque todo está conectado, porque lo que yo hago te llega a ti, siempre te llega a ti y al último rincón del universo, aunque ni tu, ni yo lo sepamos jamas. 



Perdida en ese pensamiento, nuevamente vuelvo a mi pequeña insignificancia, diciéndome a mi misma, ¡¡que bendición poder disfrutar de este maravilloso momento!!!, poder ser consciente de la grandeza y la insignificancia, poder disfrutar de este instante y tener la suerte de vivir esta realidad .



Este pensamiento me devuelve otra vez a observar detenidamente el cielo para buscar un punto de luz que se mueva, esta vez sólo con la intención de pedir un deseo, un deseo del alma, sólo con la intención de buscar  mi estrella fugaz y llenarme de paz.

TÚMBATE CONMIGO A MIRAR LAS ESTRELLAS.



Dedicado a mi a migo José con el que miraba las estrellas en las noches de verano, ahora siempre que me tumbo a mirar las estrellas, le recuerdo.  


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Diana Nieto Blázquez © Copyright

http://apod.nasa.gov/apod/image/1507/comet2014q1_beletsky_950.jpg

martes, 4 de agosto de 2015

ABUNDANCIA


La abundancia comienza en la alegría, en las ganas de vivir. 

Vivir en abundancia es estar dispuesto a recibir y

sentirte digno de ello. 

Vivir en abundancia es abrir los brazos de par en par y

 pedir al universo.

Vivir en abundancia es enterrar la tristeza y la melancolía, sentándose sobre ellas,

 para que sólo la VIDA pueda estar en nuestro interior.

Vivir en abundancia es ser consciente de que eres ÚNICO.

Para que la ABUNDANCIA esté en ti, no dejes espacio en tu alma ni en tu mente para necesitar,

porque ello traerá escasez.



Simplemente pide, vive lo más plenamente posible y la abundancia llegará porque el universo es pleno, el universo es rico y en él todo está completo.




Diana Nieto Blázquez © Copyright