Disfruta las cosas buenas que tiene la vida.
Y
de repente miré sus pies mientras ella bailaba, algo raro había en esos pies.
Mis
ojos sólo miraban aquellos pies metidos en esas sandalias color gris,
intentando averiguar que los hacían especiales. Oh !!, si, si, pero si son de
plástico, son pies artificiales.
Y
entonces me entraron ganas de llorar, de llorar de emoción, de alegría, mientras
ella bailaba en el patio del colegio, la canción de Chayane "Madre
Tierra", con el estribillo de fondo:
Oye,
Abre tus ojos
Abre tus ojos
Mira
hacia arriba
Disfruta las cosas buenas que tiene la vida
Abre tus ojos
Mira hacia arriba
Disfruta las cosas buenas que tiene la vida
Disfruta las cosas buenas que tiene la vida
Abre tus ojos
Mira hacia arriba
Disfruta las cosas buenas que tiene la vida
Mientras
mis ojos seguían mirando esos pies, comencé a fijarme en las piernas cubiertas
por un sutil pantalón largo, pudiendo intuir que no había piernas de carne y
hueso, sus piernas eran una estructura artificial. Mientras ella
bailaba y bailaba con los brazos en alto, moviendo todo su cuerpo al ritmo de
ese estribillo pegadizo.
Oye,
Abre tus ojos
Abre tus ojos
Mira
hacia arriba
Disfruta las cosas buenas que tiene la vida
Abre tus ojos
Mira hacia arriba
Disfruta las cosas buenas que tiene la vida
Disfruta las cosas buenas que tiene la vida
Abre tus ojos
Mira hacia arriba
Disfruta las cosas buenas que tiene la vida
Yo
miraba la escena y veía como los niños bailaban con la música siguiendo las
indicaciones de su profesora, si, ella, la mujer de los pies de plástico, era
su profesora.
Y
entonces en esa función de fin de curso del colegio de mi hijo, me emocioné y me
alegré enormemente, pensando los maravillosos valores transmitía esa mujer a sus
alumnos.
Qué
preciosa misión la de esa mujer sin piernas, bailando, enseñando a los
niños las cosas buenas que tiene la vida.
Gracias
a la mujer de pies de plástico. GRACIAS
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