MI HIJO,
Ya antes de llegar me enseño la paciencia y la aceptación.
También me mostró la esperanza y a agudizar mi escucha
Para poder oír el débil susurro de mi corazón y de mi
alma, que estaba enterrado por la tristeza.
Ahora que está aquí,
Cada día, intenta enseñarme a ser mejor persona, a
mantener mi alegría y a pedir perdón.
Porque él necesita que yo sea mejor persona, que le transmita
alegría y que aprenda a perdonar.
Porque él , es una luz pura que debe ser protegida para
que pueda brillar e iluminar
Y para ello me eligió a mi.
Por eso no me puedo permitir estar triste, ni ser débil , ni
hacer daño, porque mi tristeza, mi debilidad y mi falta de bondad, son mías y
en mi se deben quedar, para que él pueda iluminar.
Todo lo que yo siento él lo aprende, así que por él, debo
sentirme bien.
Diana Nieto Blázquez © Copyright
Autor: Elena de Luis Morejón |
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