El camino a la humildad empieza por simplemente SER,
igual que el pájaro vuela y no necesita que el resto le vea
volar,
simplemente vuela porque eso es ser pájaro.
De igual manera el hombre humilde
ama y ayuda al que le rodea porque eso es SER HUMANO
y no necesita que el resto sepa que ayuda, que ama y que hay
bondad en su corazón,
porque simplemente ES y hace aquello que es parte de su
esencia.
Igual que comemos, caminamos, pensamos sin esperar en que nos
alaguen por ello,
sin necesidad de que el resto sepa que lo hacemos,
de igual manera el humilde no habla de sus logros, porque ellos
son parte de su esencia y es natural,
igual que es natural que el pájaro vuele.
El camino de la humildad empieza por observar como el pájaro
vuela y no necesita que nadie reconozca que vuela para SER.
Practicar la humildad es un camino hacia la seguridad, hacia el
amor y hacia la felicidad.
Diana Nieto Blázquez © Copyright